Un centenar de voluntarios por playa, en su mayoría niños y niñas, además de más de 50 buceadores, han han logrado retirar este fin de semana 100 kilos de residuos marinos colaborando de este modo en la lucha contra una de las problemáticas ambientales más importantes hoy en día: LAS BASURAS MARINAS.

Más que la retirada de residuos, en esta ocasión el objetivo fundamental de la actividad se ha basado en la labor formativa llevada a cabo en los talleres posteriores a las limpiezas y que han estado enfocados al conocimiento de la vida marina, a la identificación de especies, a los microplásticos, al reconocimiento y clasificación de residuos y al snorkel, todos ellos dirigidos a l@s niñ@s y jóvenes del Club de Futbol Granada así como al resto de chavales del entorno.

Durante las dos jornadas también se han llevado a cabo limpiezas de fondos marinos con un máximos de 10 metros de profundidad para buceadores de CUB y GEA.

Por otra parte, tres embarcaciones con buceadores voluntarios han realizado limpiezas de fondos más profundas en diferentes puntos de la zona de especial conservación de La Punta de La Mona, recuperando principalmente artes de pesca abandonados para evitar que actúen como redes fantasma que, como ya sabemos, cada año asfixian y acaban con la vida de cientos de tortugas, cetáceos y aves marinas.

Los residuos retirados en esta jornada han sido categorizados mediante la aplicación MARNOBA y toda la información obtenida ya forma parte de los datos globales con los que trabaja el GRUPO DE BASURAS MARINAS, participado por el Ministerio para la Transición Ecológica. De esta forma, se consigue información que permite adquirir un mayor conocimiento de la tipología de residuos que aparecen en el medio marino, sobre su origen y vías preferentes de transporte y deposición.

Por otra parte, para la retirada de los residuos que flotan en el agua o que se depositan en los fondos someros, los buceadores de la Red de Vigilantes Marinos han utilizado redes recicladas confeccionadas por las que son, posiblemente, las últimas rederas españolas. Estas mujeres confeccionan cada año un millar de bolsas a partir de redes recuperadas por nuestros buceadores y estos las utilizan posteriormente para liberar nuestros mares de plásticos, latas, vidrios y otros residuos. Una nueva vida para estas redes que de nuevo volverán a pescar, aunque esta vez no serán peces.