La Guardia Civil descubre 960 plantas de marihuana en una vivienda de Cájar
Dos personas han sido detenidas por los delitos de cultivo de droga y defraudación de fluido eléctrico
La Guardia Civil ha culminado la operación Hortelano contra el cultivo ilegal de droga y la defraudación de fluido eléctrico, con la detención en Cájar de una pareja, 26 años ella, 34 años él, ambos con antecedentes policiales, por los delitos de defraudación de fluido eléctrico y contra la salud pública; y con la intervención de 960 plantas de cannabis sativa.
En esta operación como en otras se ha contado con la colaboración de los técnicos de la empresa Endesa.
Endesa y la Guardia Civil colaboran de forma permanente en la detección de anomalías en la red eléctrica con el fin de garantizar no sólo el suministro para el resto de ciudadanos, sino también su seguridad.
Después de varios días vigilando un chalet de grandes dimensiones de los detenidos, los agentes de la Guardia Civil de Maracena confirmaron las sospechas que tenían sobre la posible existencia de una gran plantación de marihuana en su interior y solicitaron autorización judicial para realizar un registro domiciliario.
Al realizar el registro los agentes descubrieron 960 plantas de cannabis repartidas entre diversas habitaciones del bajo de la vivienda y totalmente adaptadas para el cultivo de marihuana, además de gran cantidad de focos, varios aparatos de aire acondicionado y extractores de aire con filtro de carbono.
Al igual que en otras ocasiones la vivienda contaba para el abastecimiento de electricidad con una acometida ilegal a la red eléctrica.
Endesa informa sobre las acometidas ilegales
Esta situación de fraude masivo provoca un riesgo para las personas, no solamente para quién realiza la manipulación, sino que también expone a terceras personas, puesto que las instalaciones quedan desprotegidas pudiendo provocar las siguientes situaciones de riesgo eléctrico:
-Riesgo de electrocución a las personas por contacto directo durante la manipulación de cableado sin equipos de protección adecuados ni realizado por personal debidamente formado y autorizado.
-Riesgo de electrocución por contacto directo por deterioro de las partes aisladas de la red al ser manipuladas, perforando su aislamiento y expuestas a zonas accesibles a la ciudadanía.
-Riesgo de electrocución por contacto directo al instalar de manera irregular, sin el aislamiento adecuado de conductores eléctricos de bajo aislamiento y baja resistencia a la radiación ultravioleta.
-Riesgo de deflagración por sulfatación de cables al ser perforados por efecto de la humedad.
-Riesgo de electrocución por contacto indirecto al perforar cableado y manipularlo, dejándolo en contacto elementos de alumbrado y ornato público.
-Sobrecargas de red que provocan grandes caídas de tensión y actuación de protecciones impidiendo suministrar energía eléctrica en las condiciones de calidad exigidas por la normativa sectorial vigente.
-Incumplimiento de distancias de seguridad a viales, ventanas, balcones, etc., con riesgo de poder ser alcanzados por personas y vehículos.
-Deterioro de elementos de red e instalaciones irregulares en mal estado que provocan derivaciones a tierra o a red de agua potable, intermitentes.
Es por esto por lo que, una vez que constatamos el fraude en el suministro, se corta inmediatamente el fluido eléctrico, como medida preventiva, ante posibles riesgos.
Estas instalaciones fraudulentas no homologadas pueden provocar graves incendios que pueden afectar a terceros.
Durante 2016, se habían producido un total de 36.701 interrupciones de suministro en todo el año. La gran mayoría de estas interrupciones estaban provocadas por el funcionamiento de los elementos de protección de las instalaciones, que para evitar daños mayores, desconectan las redes cuando detectan sobrecargas o anomalías.
En la mayoría de los casos, estas sobrecargas tienen su origen en clientes conectados ilegalmente a las redes, siendo especialmente significativos los casos de plantación de cannabis en interior de viviendas.