"Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar…"
Y así está siendo la jornada de este miércoles, 24 de diciembre, mientras que unos y otros, vecinos y residentes, han salido a la calle para disfrutar del día en su plenitud, comenzando con una mañana tranquila a pie de playa, que tornaría al mediodía en una sucesión de rayos, truenos y mucha lluvia, esa que aquí se recibe como agua bendita cualquier día del año.
Y por mucho que ha tronado, nada ha frenado a unos y otros para disfrutar del día y la noche. Hemos visto a jóvenes y mayores cantando villancicos, abrazándose, brindando y riendo. Lo propio. Todo según lo previsto aunque sin la posibilidad de permanecer en las terrazas que salpican nuestras calles y plazas, como es habitual, porque la climatología ha querido ser caprichosa hoy con la Costa Tropical.
Y a los que les toca cocinar la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, como es mi caso, esperaremos a que lleguen los más “callejeros” para recibirlos con un caldito sanador y un menú delicioso que apenas comerán, qué, probablemente comeremos mañana cuando se les haya pasado la resaca.
Mientras, en la calle suenan petardos, risas y carreras para protegerse de la lluvia que ha ido mermando conforme se acercaba la noche.
Algunos cenarán a tiempo para ir a la Misa del Gallo, otros se conformarán con leer en la mesa las oraciones que ha entregado la parroquia sobre el nacimiento de Jesús. Cada uno con sus costumbres y deseos.
A los que ya cerramos jornada de trabajo, nos queda desearles una Navidad muy feliz, en la que no falte la salud y brille la alegría. Con eso y con estar con nuestros seres queridos bastará, que recordar a los que ya nos dejaron es algo inevitable en un día como el de hoy.
Por mi parte nada más. Gracias a todos por seguir de nuestro lado, Feliz Navidad de corazón
