1. Las playas de la Costa Tropical
Decenas de playas y pequeñas calas. 320 días de sol al año. Y una temperatura media anual de 20 grados. Éstas son las credenciales de la Costa Tropical, los 73 kilómetros de litoral de la provincia de Granada. Una costa con una extraordinaria personalidad que, además de por su clima y sus playas, destaca por sus acantilados, su historia y monumentos.
2. Geoparque de Granada
La zona norte de la provincia de Granada es uno de los territorios más singulares de España: una espectacular sucesión de paisajes desérticos, cárcavas y badlands esculpidos por la erosión de un mar interior que ocupó esta zona de Andalucía hace millones de años. Fue una de las primeras zonas de Europa pobladas por el ser humano y por eso hoy podemos ver yacimientos, dólmenes y monumentos testigos de su rica historia. Es también un lugar para ver, aprender y disfrutar durante unas vacaciones, ideal para el senderismo, el cicloturismo, el astroturismo y los paseos en globo.
3. Subir a las cimas de Sierra Nevada
El Parque Nacional de Sierra Nevada alberga las cumbres más altas de la Península Ibérica, los picos Mulhacén (3.482 m.) y Veleta (3.394 m.). Dos auténticos retos para los amantes del senderismo. En verano, cuando hay menos nieve y las condiciones meteorológicas son más favorables, existen dos sistemas mecánicos que facilitan a los senderistas el acceso a la cota tres mil para, desde allí, subir a pie a los picos.
4. Balnearios y baños árabes
Los cinco balnearios existentes en la provincia de Granada (Alhama, Alicún, Graena, Lanjarón y Zújar) son herederos de instalaciones romanas o musulmanas y una refrescante opción para olvidar la vida ajetreada y el estrés laboral. Estos establecimientos han remozado sus instalaciones y han creado atractivos programas para todos los públicos. La oferta se completa con los diversos baños árabes modernos, con decoración inspirada en los de la Alhambra.
5. Ruta Lorca
El poeta y dramaturgo Federico García Lorca es un símbolo de Granada y uno de los literatos españoles más reconocidos. Existen tres museos en los que se puede tomar contacto con el autor y su obra: el Museo-Casa Natal en Fuente Vaqueros, la Casa Museo y la Casa de Bernarda Alba en Valderrubio, donde pasó su juventud, y el museo de la Huerta de San Vicente, casa de verano del poeta en Granada.
6. La Alpujarra, país de ninguna parte
Decenas de pequeños pueblos blancos, de empinadas y estrechas calles, conforman esta región privilegiada, que se esparce por la vertiente Sur de Sierra Nevada. La Alpujarra ofrece al visitante tierras casi vírgenes por recorrer, tradiciones ancestrales y una peculiar arquitectura que se puede contemplar especialmente en los pueblos del Barranco de Poqueira. Una vez allí, merece la pena subir hasta Trevélez, uno de los pueblos más altos de España, para probar su afamado jamón.
7. Montefrío, uno de los pueblos más bonitos del mundo
La potencia visual del paisaje y arquitectura de Montefrío seducen desde el primer instante. Lo primero que impresiona es el imponente conjunto monumental que forman la fortaleza árabe y la Iglesia de la Villa, emplazados en la cima de un peñón en un audaz alarde arquitectónico. En su base se encuentra la Casa de Oficios y la Iglesia de la Encarnación, de curiosa planta circular inspirada en el Panteón de Agripa de Roma.
8. Frutas tropicales y espetos de sardinas
El Mediterráneo surte las mesas de la Costa Tropical con excelentes pescados y mariscos. El producto estrella es sin duda la quisquilla, espléndida cocida o con un leve golpe de plancha. Mención especial merecen las sardinas en ‘espeto’, ensartadas en una caña y asadas sobre leña en barcas varadas en los chiringuitos. La chirimoya, amparada con Denominación de Origen, el mango y el aguacate proporcionan su apelativo a la Costa Tropical de Granada y dan lugar a ensaladas, postres y platos de cocina creativa.
9. Dormir en un hotel cueva
Excavados a pico y pala en las entrañas de la tierra, las casas cueva son un magnífico ejemplo de la integración del hombre con la naturaleza y el paisaje. En ellos el huésped se sentirá como en casa, pues todos cuentan con las comodidades y servicios exigibles a un alojamiento turístico de calidad: cocina, restaurante, baños árabes, chimenea… Sus anchos muros garantizan una temperatura constante de 20 grados todo el año y el silencio necesario para dormir a pierna suelta. En el Geoparque y en otras zonas de la provincia existen más de setenta de estos hoteles subterráneos.