Almuñécar recupera a través de una donación los “Libros de Fábrica de la Parroquia de la Encarnación” desde el siglo XVI hasta la Guerra Civil
Son documentos “de un valor histórico incalculable” que se remontan desde 1581 hasta 1935. Se creían perdidos para siempre tras la guerra pero, afortunadamente habían sido conservados por Christiane E. Kugel, historiadora y coleccionista de origen alemán residente en La Herradura” , afirma el párroco, Juan Antonio Arcos.
En ocasiones damos por perdida parte de nuestra historia, nuestro patrimonio, e incluso nuestro pasado por infinidad de circunstancias que nos son ajenas. Las guerras, los incendios, las catástrofes naturales pueden acabar con todo en cuestión de segundos y poco o nada se puede hacer después para recuperar lo perdido.
Lo que venimos a contarles choca por completo con esa situación ya que se trata de todo lo contrario. Les contamos como han sido recuperados los “Libros de Fábrica de la Parroquia de la Encarnación” o “Libros de cuentas”, parte importantísima de la historia religiosa y patrimonial de Almuñécar.
Han sido mucho los historiadores que han comentado en diversas ocasiones que durante la Guerra Civil se destruyó gran parte del patrimonio religioso, cuando las iglesias fueron bombardeadas, arrasadas y quemadas, desapareciendo tras las ruinas de la contienda retablos, esculturas, imágenes y archivos de un valor incalculable.
Sabemos que durante la guerra algunas familias del municipio guardaron en sus casas lo que pudieron salvar de los templos e Iglesias para que los bombardeos no acabaran con todo, pero lo que nadie podía imaginar es que, casi un siglo después de ese terrible conflicto, alguien pudiera conservar entre sus recuerdos, apilados en una estantería de su habitación, un legado patrimonial histórico tan valioso como el que ha hecho llegar Verónica Kugel a la Parroquia de Almuñécar, evitando que archivos y documentos como estos de gran valor histórico fueran al contenedor de reciclaje de papel.
Nos hemos citado con el Párroco, Juan Antonio Arcos, sacerdote e historiador, que ha sido quien ha recibido cuatro cajas de cartón que ocultan un tesoro. Se trata de los “Archivos de Cuentas de la Parroquia de Almuñécar” casi al completo, desde 1581, fecha anterior a la construcción de la propia Iglesia de La Encarnación que data del año 1600, hasta finales de 1935, justo antes de comenzar la Guerra Civil Española.
Las cuatro cajas contienen multitud de carpetas perfectamente clasificadas por años, con archivos ordenados de forma minuciosa y con una conservación que sorprende ya que algunos de esos documentos incluso están forrados en papel de pergamino. Algunos, los más actuales, se pueden leer con facilidad, otros, escritos en castellano antiguo los entiende a la perfección el propio párroco sexitano, que a su vez es licenciado en Historia.
Entre esos documentos podemos ver el recuento de limosnas, recibos de luz, arreglos en la parroquia, compra de campanas, velas, orfebrería… Nos llama la atención uno de los legajos encuadernado en cuero y papel de pergamino que guarda el Libro de Hacienda de la Fabrica Mayor Parroquial de Almuñécar de 1776, junto a más de 3.000 folios con escritos inimaginables.
UNA DONACIÓN DE GRAN VALOR PATRIMONIAL
Inicialmente es el párroco quién nos cuenta como llegan a su poder: “Hace unos meses se puso en contacto conmigo una mujer que me dicen que tiene unos documentos antiguos relacionados con la Parroquia de Almuñécar. En principio no le doy demasiada importancia creyendo que se trataba de publicaciones, fotografías o revistas de hace 50 años que hacían referencia a la Iglesia de Almuñécar, pero cuando me manda unas fotos de los archivos entiendo que es algo de mayor calado y que vamos a recuperar documentos muy importantes, porque forman parte del archivo histórico de la parroquia que pensábamos que se habían perdido y destruido durante la guerra civil.
La donante se llama Verónica Kugel, una historiadora que heredó de su madre el amor por el patrimonio andaluz, popular y religioso. Vive en México y está acostumbrada a manejar documentos de valor ya que ha sido Subsecretaria de Patrimonio y Fomento Cultural de la Secretaría de Cultura de Hidalgo y profesora de Universidad.
Contactamos con ella telefónicamente y de forma extremadamente amable y cordial nos cuenta toda la historia que hay tras estos archivos: Su madre era Christiane E. Kugel de nacionalidad alemana. En los años 70 vino con su marido y sus tres hijas a veranear a La Herradura y se enamoró de ese hermoso rincón con vistas al Mediterráneo. Compraron una casa en la urbanización "Las Palomas" que diseñó el arquitecto Francisco Prieto Moreno (Arquitecto Restaurador de La Alhambra) con quien compartía su pasión por la historia de Granada, la Alhambra, el agua, sus fuentes..., incluso escribió varios trabajos, ofreció conferencias y colaboró en libros con los expertos de la época como es el caso de “El Agua de la Alhambra", publicado por la editorial de la Obra Social de la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada en 1984.
Esta familia compartía residencia entre México y España, venían a veranear y a pasar sus vacaciones, pero cuando les llegó el momento de la jubilación, el matrimonio decidió venirse a vivir de forma definitiva a La Herradura. Sus hijas estudiaron y se marcharon, dos de ellas a Madrid y la tercera a México, pero todas siguieron teniendo en La Herradura su casa familiar para las vacaciones de verano, navidad y semana santa.
Tras una intensa y extensa vida profesional, Christiane E. Kugel falleció en 2020 y fue enterrada en La Herradura, justo antes de que llegara a nuestra vidas la pandemia del COVID.
Algún tiempo después, cuando sus hijas deciden deshacerse de algunas de las cosas que guardaba su madre, coleccionista reconocida de “objetos de devoción popular” (que se muestran en la Fundación Joaquín Díaz de Valladolid) encuentran en una estantería de su habitación de trabajo un montón de papeles y legajos apilados que parecen ser bastante antiguos. Una vez revisados comprueban con sorpresa que se trata de los “Archivos de Fábrica de la Parroquia de Almuñécar”, desde el siglo XVI en adelante y hasta el comienzo de la Guerra Civil.
LA CAJA DE LOS TESOROS RELIGIOSOS
De toda esta historia lo que más llama nuestra curiosidad es saber como llegaron esos archivos a manos de Christiane E. Kugel. Al parecer -según nos cuenta Verónica- al ser una coleccionista insaciable de objetos religiosos populares, visitaba con frecuencia una tienda de segunda mano (que no hemos localizado) en la que adquiría algunos objetos. Su propietaria se dedicaba a "disolver bienes" de personas fallecidas, visitaba sus casas y vendía lo que encontraba con el fin de recaudar fondos destinados a una residencia de ancianos que pretendían construir. "Esa mujer tenía una caja en su tienda en la que depositaba todo lo que estaba relacionado con la iglesia o la religión y los guardaba para mi madre. Sabía que ella iba de vez en cuando y se llevaba lo que le parecía interesante. Creemos que esos documentos pudieron ser depositados en esa caja y de allí pasaron a formar parte la colección de mi madre”.
Aunque no lo sabe con certeza, Verónica cree que los archivos estuvieron en su casa durante décadas, “puede que desde los años 70, nunca lo sabremos, al igual que desconocemos si era consciente de su valor histórico o si alguna vez llegó a verlos con detenimiento”.
Una vez recuperados, el 17 de mayo de 2023 Verónica Kugel volvió a La Herradura e hizo entrega de los archivos a la Parroquia de Almuñécar "donde siempre deberán permanecer porque forman parte de la historia de esta ciudad”.
Por todo ello ha querido lanzar un mensaje a través de nuestro periódico: “Estoy segura de que debe haber muchos documentos históricos como estos guardados en los desvanes o trasteros de casas del pueblo, cuyos propietarios desconocen su valor patrimonial. Seguramente durante la guerra hubo familias que guardaron cosas así para evitar que se destruyeran o desaparecieran y sería bueno que nuestra donación sirva para que algunos de ellos regresen a los archivos históricos a los que corresponden”.
El párroco de Almuñécar quiso puntualizar que están casi completos los “Libros de Fábrica de la Parroquia de Almuñécar” desde el siglo XVI. Y no sólo de la de Almuñécar, sino que también hacen referencia a las Iglesias de Otívar, Jete y Lentegí, que formaban parte del mismo núcleo parroquial.
Juan Antonio Arcos concluye afirmando que como sacerdote está muy feliz e inmensamente agradecido con la donación y recuperación de estos archivos “pero como historiador me encuentro fascinado por poder reconstruir buena parte de la historia de la Parroquia de Almuñécar a través de estos documentos, con detalles que se escapan a lo que conocemos porque no teníamos nada. Ahora, gracias a Verónica y a su familia tenemos mucho para empezar. Les damos las gracias por haber sido tan generosas con nosotros”.
Christiane E. Kugel
Nació en 1932 en Bremen, Alemania y falleció en 2020 en La Herradura, Granada.
Apasionada de la riqueza de la expresión popular en objetos de manufactura artesanal, Christiane E. Kugel coleccionó durante toda su vida diversas piezas que expresaran lo más profundo de la fe de las personas. Estuvo atenta a estas manifestaciones particularmente en México, donde vivió de 1968 a 1975, y en España, donde se asentó a partir de 1975: las coleccionó, clasificó y estudió, y les dedicó escritos tanto científicos como de divulgación.
En su juventud cursó estudios de literatura, historia y ciencias políticas en las universidades alemanas de Münster, Freiburg im Breisgau y Stuttgart. Su formación académica le permitió, en los 45 años que le dedicó al estudio de temas de la cultura española y, sobre todo, andaluza, combinar el rigor del trabajo académico con una sensibilidad que se hace patente en la selección de objetos para sus colecciones: predomina siempre el valor de la expresividad, la profundidad de la tradición heredada de generación en generación a través de objetos sencillos, de materiales modestos y a veces efímeros, utilizados en fiestas patronales, en la devoción personal, en los momentos de gozo y de sufrimiento, de agradecimiento y de necesidad.
Esa misma sensibilidad se hace patente en otros ámbitos de su interés, como son la importancia del agua en la Alhambra y en los jardines arábigoandaluces y sus aspectos religiosos, simbólicos, sociales, arquitectónicos y paisajísticos. Investigando y compartiendo su afecto por su país de adopción, también incursionó en temas emblemáticos de la cultura española, como son el azabache, la fajalauza, el flamenco, la capa y más.