
Antonio Díaz Aragón ha recibido con emoción el cálido homenaje de familiares y amigos.
El acto, organizado por Convergencia Andaluza, estuvo protagonizado por sus hijos, quienes hicieron el mejor perfil de un almuñequero con pasión, intenso, trabajador y divertido “a su manera”.
Cuando las personas a las que quieres y con las que han compartido tu vida te dedican palabras de reconocimiento y agradecimiento tan sinceras, emotivas e intensas, la alegría te llena por dentro aunque no sepas como mostrarlo. Y esto es lo que ha debido sentir Antonio Díaz Aragón, conocido entre los suyos como “el abejorro”, cuando ha escuchado a sus hijos relatar su vida de una manera tan bonita, tierna y sarcástica.
Porque... aunque a los amigos se les quiere y agradecen las muestras y palabras de admiración, respeto y cariño, escuchar un relato tan lleno de sentimiento y amor como el que han regalado Josué y Luisi a su padre, es una experiencia que no todos tienen la suerte de disfrutar.
En el homenaje organizado por Convergencia Andaluza que ha recibido Antonio Díaz Aragón en un acto celebrado en la Casa de la Cultura de Almuñécar, hemos podido escuchar al abogado, Luis Daza Ramos, repasar su trayectoria como profesional del derecho en la Notaria en la que ha trabajado más de 50 años. También hemos podido escuchar a Francisco Portillo Santaella compartir sus vivencias y aprendizaje junto a Antonio Díaz en la vida cofrade sexitana a la que tantos años ha dedicado como presidente de la Agrupación de Cofradías y de la Hermandad de la Patrona. Juan Carlos Benavides ha repasado, entre otras experiencias y vivencias, sus breves “inmersiones” en la vida política y municipal que dejó de lado porque no quería votar en contra de lo que consideraba bueno para su pueblo, o a favor de lo que no quería ni para los suyos ni para sus vecinos.
Pero, sin duda, los auténticos protagonistas del homenaje han sido sus hijos, que han sabido llegar a los asistentes describiendo a Antonio Díaz Aragón “en toda su esencia para lo bueno y lo malo”, como padre, marido, compañero, profesional, maestro y amigo. Un almuñequero orgulloso de sus orígenes, su tierra y su gente, al que podremos conocer aún más cuando se publiquen en breve sus memorias que escribe en colaboración con su hijo. “Si la Virgen de los Dolores así lo quiere”.