Diputación y Asociación Pro Inteligencia Límite dan a conocer los resultados de la campaña 'Límite: Luz y Forma' para visibilizar la discapacidad invisible
Con un compromiso “firme”, Elena Duque destaca que “queremos avanzar hacia una sociedad donde ninguna persona quede atrás por falta de comprensión o reconocimiento”
La diputada de Bienestar Social y Familia, Elena Duque, junto al presidente de la Asociación Pro Inteligencia Límite, Antonio Amador Heredia, y el gerente de la misma, Manuel Sastre, ha presentado los resultados de la campaña 'Límite: Luz y Forma', impulsada por la Asociación Pro Inteligencia Límite con el apoyo de la Diputación de Granada, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La iniciativa ha tenido como objetivo principal dar visibilidad a la realidad de la discapacidad invisible, poniendo el foco en el coeficiente intelectual límite, una condición todavía ampliamente desconocida para la ciudadanía.
La campaña se ha articulado en torno a una exposición fotográfica del retratista Fran Ortiz, financiada por la institución provincial y presentada en trece ocasiones en distintos municipios de la provincia. A través de setenta y cinco retratos en blanco y negro, la muestra ha permitido abordar cómo la ausencia de rasgos físicos evidentes dificulta el reconocimiento social de muchas discapacidades, entre ellas la inteligencia límite. En total, la exposición ha recibido 2.134 visitantes, de los cuales 1.487 han participado en la investigación asociada a la iniciativa.
Duque ha subrayado la importancia de mantener la visibilización del colectivo en el centro de las políticas públicas, indicando que “debemos recordar que la visibilización, el reconocimiento y los derechos de las personas con discapacidad deben situarse en el centro de la agenda pública. La inteligencia límite es solo un ejemplo más de cómo la falta de rasgos físicos evidentes puede ocultar necesidades reales, generar confusión social y dificultar el reconocimiento de derechos. Esta realidad nos interpela directamente como administración y nos obliga a reforzar políticas y recursos que hagan frente a estas barreras silenciosas”.
Además, ha señalado que “desde la Diputación, y en especial desde el Área de Bienestar Social y Familia, queremos trasladar un mensaje claro, y es que la invisibilidad no puede seguir siendo una barrera para el ejercicio pleno de derechos. La sociedad se ha acostumbrado a esa invisibilidad, pero las administraciones tenemos la responsabilidad de romperla, desplegando políticas y apoyos que permitan una inclusión total. Nuestro compromiso es firme y por eso queremos avanzar hacia una sociedad donde ninguna persona quede atrás por falta de comprensión o reconocimiento”.
Sobre la campaña
'Límite: Luz y Forma' no solo ha sido una exposición sino también un proyecto de investigación social. Partiendo de retratos de personas con inteligencia límite, familiares, profesionales y voluntariado de la entidad, el equipo promotor quiso comprobar si las personas visitantes eran capaces de diferenciar, únicamente a través de la apariencia física, quién tenía o no discapacidad intelectual.
Para ello, se creó un instrumento participativo, la denominada 'Quiniela Límite', un documento autocorregible en el que los visitantes indicaban cuántos de los retratos correspondían a personas sin discapacidad intelectual y cuántos a personas sin coeficiente intelectual límite. De las 1.487 quinielas recibidas, 1.445 fueron válidas y se incorporaron al análisis.
Uno de los datos clave de la investigación es que, aunque veinticuatro retratos correspondían a personas sin discapacidad intelectual, solo tres personas visitantes acertaron esta cifra. Además, ninguna fue capaz de identificar correctamente quiénes eran. El margen de error medio al intentar identificar la ausencia de inteligencia límite alcanzó el 30,66% en los retratos de personas sin discapacidad intelectual, frente al 21,15% en los de personas con inteligencia límite.
Resultados
Los resultados muestran que es más difícil identificar a las personas sin inteligencia límite que a quienes sí la presentan, lo que refuerza la idea de que la falta de rasgos visibles genera confusión en ambos sentidos. El margen de error osciló entre el 50,2% y el 16,2% en los retratos de personas sin inteligencia límite y entre el 44,5% y el 6,9% en las personas que sí la tienen.
Los resultados de 'Límite: Luz y Forma' evidencian que la ausencia de rasgos físicos asociados al coeficiente intelectual límite hace que estas personas pasen desapercibidas socialmente. Basarse únicamente en la apariencia física no permite establecer diferencias claras, lo que en muchos casos conduce a percepciones erróneas o prejuicios.



















