La operación 'Toroca' se salda con seis personas puestas a disposición judicial por estafar 13.000 euros a una empresa de Granada a través de internet
A través de un malware se infectó la cuenta de correo electrónico de ésta, permitiendo a los estafadores supervisar todo el tráfico de correspondencia sin ser detectados
La Guardia Civil, en el marco de la operación 'Toroca' ha puesto a disposición judicial a seis personas, cinco varones y una mujer, de entre cuarenta y cuatro y cincuenta y cuatro años de edad, como presuntos autores de un delito de estafa, un delito de blanqueo de capitales y otro de falsificación de documento público, cometidos a través de internet por el método conocido como 'Man in the Middle'.
El equipo de Investigación de Delitos Tecnológicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Granada inició una investigación el pasado mes de mayo al tener conocimiento de que una empresa con sede en la provincia de Granada había sido víctima de una estafa cometida a través de internet.
El gerente de la empresa había ordenado una transferencia por un importe de 13.000 euros a uno de sus proveedores, pero el dinero nunca llegó a su destino. El 'modus operandi' para realizar esta estafa consistía en infectar el correo electrónico con un 'malware' con el que los autores de la estafa controlaban todas las comunicaciones realizadas desde el mismo. Revisaban toda la correspondencia de entrada y de salida desde dicha cuenta de correo hasta detectar una comunicación que les pudiese generar beneficios económicos. En ese momento, interceptaban esa comunicación sin ser detectados ni por el emisor ni por el receptor, modificaban la misma y redirigían de nuevo el correo. En esta ocasión, el correo interceptado fue una factura por un importe de 13.000 euros en la que cambiaron el número de cuenta, de manera que cuando la empresa realizó la transferencia el dinero acabó en la cuenta de los estafadores en lugar de en la de los proveedores.
Además, los presuntos autores, para evitar ser detectados y entorpecer la investigación de los agentes de la Guardia Civil, crearon múltiples cuentas bancarias entre las que distribuyeron el dinero estafado para dificultar su rastro y seguimiento.
Las detenciones llevadas a cabo por los agentes se produjeron en las provincias de Almería y Castellón, lugares de residencia de los autores.


















