La concejala del Partido Socialista (PSOE) en el Ayuntamiento de Motril Dalmira Jiménez ha presentado una moción al próximo pleno ordinario de diciembre para la reubicación urgente de los contenedores de residuos en la calle Santísimo, tras meses de quejas vecinales por olores, plagas e imposibilidad de ventilar las viviendas, especialmente en planta baja y con presencia de personas mayores.

Jiménez ha denunciado que "no es razonable ni aceptable que varios contenedores estén colocados a apenas metro y medio de puertas y ventanas, convirtiendo el día a día de muchas familias en un problema de salubridad, convivencia y calidad de vida", subrayando que "durante el verano se ha vivido un auténtico calvario: hedor permanente, insectos, ventanas cerradas y sensación constante de insalubridad. Esto no es una incomodidad menor: es una cuestión de salud pública y de respeto institucional".

Además, ha recordado que el Grupo Municipal Socialista ya denunció esta situación en agosto, junto a los propios vecinos afectados, reclamando una solución inmediata. "Han pasado meses desde aquella denuncia pública y desde las primeras instancias registradas, y el equipo de Gobierno sigue sin actuar. Esa pasividad es la que ha cronificado el problema y ha empujado a los vecinos a acudir al Defensor del Pueblo", ha afirmado.

Jiménez ha puesto el foco también en lo que considera "un segundo problema igual de grave": la falta de atención por parte del Ayuntamiento. Según ha señalado, los vecinos presentaron instancias en junio y, transcurrido sobradamente el plazo legal, "no han recibido respuesta". Ante esa ausencia de soluciones, registraron una queja ante el Defensor del Pueblo, que remitió un escrito al Ayuntamiento el 8 de octubre; y, según la notificación recibida a finales de noviembre, "el Ayuntamiento tampoco habría contestado".

"Cuando una administración no responde a sus vecinos y ni siquiera contesta al Defensor del Pueblo, no estamos ante un despiste: estamos ante un modo de gobernar que ignora problemas cotidianos y los normaliza", ha indicado. "Y eso, en una ciudad como Motril, es inaceptable. La gente no pide milagros: pide sentido común, empatía y soluciones".

La moción socialista plantea, como medidas principales:

-Reubicar de manera inmediata los contenedores junto a las viviendas de planta baja, garantizando una distancia razonable, priorizando el retorno a la ubicación original, si es técnicamente viable.

-Una nueva ubicación consensuada con vecinos y técnicos municipales, minimizando olores, ruidos y plagas.

-Encargar a los servicios técnicos y a la empresa concesionaria una propuesta en el plazo máximo de un mes para reordenar los puntos de contenedores en la zona, incluyendo la opción de traslado temporal nocturno a una vía principal para el vaciado.

-El estudio del modelo 'quita y pon', ya utilizado en otras zonas.

-Alternativas que garanticen accesibilidad, seguridad vial y peatonal.

-Presentación y explicación de la propuesta a los vecinos antes de ejecutarla.

-Requerir formalmente al equipo de Gobierno responder de inmediato a las instancias vecinales, contestar sin demora al Defensor del Pueblo sobre las actuaciones realizadas y medidas a adoptar, remitir copia de la respuesta a los grupos municipales y dar traslado de la moción al Defensor del Pueblo.

La edil del PSOE motrileño ha insistido en que "este asunto no necesita grandes inversiones ni estudios eternos; necesita decisión y gestión". "Existen alternativas técnicas y organizativas viables: volver al lugar original, buscar un punto menos agresivo para las viviendas o aplicar el 'quita y pon' con horarios acotados. Y, mientras tanto, reforzar limpieza, baldeo, desinfección y revisar el estado de tapas y contenedores. Lo contrario es resignarse a que unas familias vivan peor por pura inacción".

Por último, ha concluido solicitando al resto de grupos que respalden la iniciativa. "Hoy es la calle Santísimo; mañana puede ser cualquier otra. Un Ayuntamiento tiene la obligación de escuchar, contestar y resolver. Motril no puede funcionar a base de silencio administrativo y de problemas que se dejan pudrir —nunca mejor dicho— en la puerta de la gente".