Francisco Trujillo hace balance positivo de julio y agosto. "Los meses que nos preocupa que vayan bien son los previos y posteriores para romper la estacionalidad en la Costa Tropical"
En la Costa Tropical no se pueden imaginar los veranos en la playa sin los chiringuitos porque forman parte de nuestra historia marinera, gastronómica y turística
Los tiempos han cambiado y se hace un turismo diferente basado, no sólo en el sol y la playa, sino en las experiencias, en disfrutar momentos especiales y sensaciones únicas. Algo que se vive y se siente cada día en los chiringuitos y establecmientos de playas de la Costa Tropical.
Hemos acabado agosto con un balance "positivo", afirma Francisco Trujillo, presidente de este colectivo empresarial, "pero a nosotros no nos preocupa julio y agosto porque siempre son buenos, nosotros apostamos por conseguir buenos resultados en los dos meses previos y en los dos posteriores. Mayo y junio han cumplido nuestras expectativas y confiamos que septiembre, octubre e incluso la primera quincena de noviembre también lo consigamos. Estos meses son los que marcan un año bueno arañándole meses a la temporada baja. Creo que ya hemos roto la estacionalidad poco a poco. Y lo hemos hecho con mucho trabajo y con una climatología que cambia continuamente haciendo más cálidos los meses que antes eran más fríos".
La Asociación de chiringuitos de la Costa Tropical facilita el trabajo desde la unión, así es más fácil mantener un contacto directo con los ayuntamientos, las concejalías de playas y turismo y los departamentos técnicos de las administraciones.
"Los cerca de 80 negocios que hay en las playas de la Costa Tropical se han sumado a nosotros porque apuestan por un nivel de clientes que buscan calidad, amabilidad, un trato profesional y espacios agradables en los de disfrutar de una buena comida junto al mar, además del resto de servicios de ocio que les ofrecen las empresas de actividades náuticas. En los últimos años estamos creciendo bastante porque hemos incorporando a establecimientos situados en primera línea de playa, especialmente restaurantes y terrazas qué, aunque no sean chiringuitos, realizan el mismo trabajo que nosotros", afirma Trujillo.
El principal objetivo de este colectivo es el de seguir promocionando la Costa Tropical como destino turístico de primer nivel, "y creemos que sumar a la asociación a otros establecimientos de calidad situados en primera línea de playa será muy positivo porque a todos nos mueve el mismo objetivo".
En cuanto a la temporada de verano 2024, tenemos que decir que está siendo un verano "bastante bueno." Las playas están en perfecto estado, salvo algunos casos concretos que se están solucionando y la temperatura del agua inmejorable.
Otro de los cambios que hemos experimentado en los últimos años, desde que el final de la pandemia nos llevó a implantar el sistema de reserva previa, "hemos comprobado que es el mejor sistema de trabajo porque consigue que el cliente tenga su mesa reservada a la hora elegida y no tenga que esperar, y a nosotros, nos ayuda a ser mucho más previsores en nuestras compras, a la hora de preparar menús y platos y a organizar mejor los turnos y horarios de trabajo de nuestras plantillas".
El sector de playas en la Costa Tropical de Granada genera un millar de empleos en temporada alta y en torno a 700 en los meses más flojos, lo que nos sitúa como uno de los dos sectores sobre los que se sustenta la economía de la comarca litoral de Granada junto a la agricultura. Poco a poco han conseguido que el trabajo en los chiringuitos ya sea un trabajo bien remunerado, Se cumplen los horarios y días de descanso correspondientes, por eso aquí no sufren los problemas de plantilla que están afectando a otras zonas turísticas.
En cuanto a nuestra la labor reivindicativa, "a partir de mediados de septiembre comenzaremos a organizar nuevos programas para exigir al Gobierno que los espigones lleguen a todas las playas de la Costa Tropical porque los necesitamos. Ahora empiezan los trabajos en el de Playa Granada pero necesitamos asegurar otras playas y vamos a seguir peleando por ellos en todas las administraciones competentes", señala Trujillo.
En cuanto a las perspectivas de futuro de estos negocios, "cuando hicimos las reformas a los chiringuitos, no sólo los adaptamos a lo que nos marcaba la Ley de Costas, sino que también fuimos previsores para poder trabajar en los meses de invierno que aquí son suaves y cálidos. Por eso, la mayoría de nuestras plantillas son fijas y estables. Normalmente tomamos vacaciones entre diciembre y enero, y ya en febrero nos volvemos a poner las pilas para retomar la actividad"
Para concluir, Francisco Trujillo ha querido dar las gracias y mucho ánimo a todos los que trabajan en sus establecimientos con unas temperaturas bastante altas y en ocasiones insoportables. "Son los mejores profesionales y ya hemos pasado lo peor. Sólo nos queda la recta final del verano. Estamos muy contentos porque ahora trabajamos muy bien al mediodía y por la noche, pero también se ha puesto de moda el tardeo o “chiritardeo” como lo llamamos ahora, dando paso a cenas que acaban antes que hace unos años, consiguiendo que nuestros empleados puedan marcharse antes a casa. Para nosotros es muy importante que trabajen a gusto y salgan satisfechos cada día, sólo así nos aseguramos funcionar bien que es lo más importante", concluye.