
Dos jóvenes son puestos a disposición judicial por delitos de robo con violencia e intimidación en gasolineras de Granada
Según la Guardia Civil, uno de los autores entraba en los establecimientos mientras el otro lo dejaba y recogía a cierta distancia del lugar para evitar ser descubiertos
La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a dos varones, de veintiún años de edad, como presuntos autores de dos delitos de robo con violencia e intimidación perpetrados en dos gasolineras de la provincia en octubre del pasado año 2023.
El primer atraco se cometió el pasado 15 de octubre. La Guardia Civil tuvo conocimiento de que un individuo encapuchado había cometido un robo con violencia e intimidación en una gasolinera a las afueras de Granada. El mismo había llegado hasta el lugar a pie y había huido del mismo modo tras cometer el atraco. Amenazó al trabajador del establecimiento con un arma de fuego y únicamente se llevó los billetes que había en la caja registradora, haciéndose con un botín de trescientos ochenta y cinco euros. Los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Maracena se hicieron cargo de la investigación y comenzaron a recabar datos para tratar de localizar al presunto autor.
Una semana más tarde, el 22 de octubre, tuvo lugar el segundo atraco, también en una gasolinera en las afueras de Granada y con el mismo modus operandi. Nuevamente, los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Maracena se hicieron cargo de la investigación. Todo apuntaba a que el autor era el mismo; sin embargo, en esta ocasión ocultó el rostro por medio de una mascarilla quirúrgica y no con un pasamontañas como la vez anterior. Esta vez, además, el trabajador al que amenazó para conseguir el botín se fijó en que el arma parecía y sonaba como si fuese de plástico. El atracador, al percatarse de que la víctima miraba el arma pero no se asustaba, sacó de debajo del abrigo un arma blanca de grandes dimensiones. De este modo, consiguió hacerse con la recaudación, llevándose únicamente los billetes, que ascendían a un total de doscientos cincuenta euros.
Tras varios meses de investigación, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que el atracador no actuaba solo, sino que tenía un cómplice que lo acercaba al lugar en un vehículo y que lo recogía de nuevo una vez había cometido el robo. Averiguaron, asimismo, la identidad de ambos autores, a pesar de los intentos de uno de ellos de no ser identificado, pues llegó incluso a utilizar lentillas de colores para modificar el color de sus ojos, y, finalmente, fueron puestos a disposición judicial como presuntos autores de dos delitos de robo con violencia e intimidación.