Deporte y solidaridad se han unido en la Villa y en buena parte de la provincia gracias a la Carrera Solidaria contra el Cáncer Loja-Salobreña, realizada por dos vecinos de esta localidad que, a la vez que han rendido homenaje a sus padres, han contribuido con una causa solidaria a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer. La iniciativa es de los hermanos Francisco y José Antonio Lopera, que durante casi 24 horas recorrieron los 140 kilómetros que unen ambos municipios granadinos.

Estos deportistas ya habían realizado la ruta en los cuatro años previos de manera particular, aunque este año han querido darle una mayor dimensión, por lo que se han involucrado tanto el Ayuntamiento de Salobreña prestándoles apoyo logístico como la AECC. El motivo de iniciar la carrera en Loja es que esa es su ciudad natal y también la de sus padres, a quienes rinden homenaje tras su fallecimiento hace pocos años. No obstante, ya desde hace 26 años residen en el pueblo costero.

La travesía pedestre se inició el pasado viernes a las 13 horas con la salida desde la localidad del Poniente Granadino y concluyó con su llegada a la Villa en la jornada de hoy, sobre la misma hora. Francisco y José Antonio realizaron el recorrido completo con sus correspondientes paradas para descansar y avituallarse, aunque en varias etapas se sumaron amigos y allegados para apoyarlos y darles ánimo. En el tramo final, fueron casi una veintena los que los acompañaron hasta la meta.

A su llegada a la plaza de Goya de Salobreña los Lopera fueron recibidos como verdaderos héroes por unas doscientas personas, en medio de escenas muy emotivas. Entre quienes les dieron la bienvenida estuvieron el concejal de Deportes del Ayuntamiento, Manuel Guirado, junto a las también ediles Belén Sánchez y María José García. Para Guirado, ha sido “una experiencia preciosa en la que hemos visto a los hermanos Lopera rodeados de amigos y gente que ha colaborado de forma altruista con este proyecto, al que el Ayuntamiento de Salobreña se sumó desde el primer día porque creemos en iniciativas solidarias como ésta, que ojalá inunden nuestro pueblo”. Por ello agradeció tanto a los hermanos como a la AECC y al Colegio Mayor Zaragoza por su colaboración.

Tras el baño de masas a la llegada a meta y la entrega de algunos reconocimientos, se celebró la paella solidaria a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer, en la que al módico precio de 2 euros los asistentes pudieron degustar este tradicional plato español y a la vez colaborar con una noble causa. Y es que para la entidad ha supuesto un gran revulsivo, pues le permite obtener un ingreso económico extraordinario que le viene muy bien para desarrollar sus actividades a favor de la lucha contra esta enfermedad.

Pese a que ambos corredores se han dedicado toda su vida al deporte, Francisco Lopera aseguró que la preparación de esta carrera les demanda “mucho entrenamiento, esfuerzo y sacrificio durante todo el año”. Y señaló que durante el recorrido “se mezclan muchas sensaciones”, con momentos “para reír y para llorar”, ya que les supone un acto muy emotivo, a lo que este año se suma la satisfacción por colaborar con una causa solidaria. El año pasado realizaron el recorrido en sentido inverso, de Salobreña hacia Loja, y pese a que este año ha sido en bajada, según Lopera “ha sido más duro” y hemos pasado mucho frío durante la noche”.

La ruta desarrollada por los hermanos Lopera discurrió entre Loja y Santa Fe a través de la carretera de servicio paralela a la autovía A-92, y desde allí hasta La Malahá y Otura por la A-385. Allí tomaron la carretera N-323 a través de Padul y Dúrcal en dirección a la Costa, pasando por Vélez de Benaudalla.