Los populares de la Villa critican también el estado de “absoluto abandono” que sufre la subida al Parque de las Flores desde el TH-1
“La dejadez del gobierno socialista dirigido por María Eugenia Rufino hacia los anejos de Salobreña ya roza la ignominia hacia nuestros vecinos”. Así de contundente se ha mostrado el candidato a la alcaldía y presidente del Partido Popular, Gustavo Aybar, tras hacer una visita a La Guardia y La Caleta y comprobar de primera mano “el abandono más absoluto”.
Por un lado, la plaza del Lavadero de La Caleta ha llegado a un punto que pone en jaque la seguridad de los viandantes. El gobierno municipal anunció una inversión de 206.000 euros para una remodelación que comenzaría nada más terminar la época estival y, de hecho, se llegó a colocar un cartel que fechaba el inicio de obra el 15 de septiembre. Ese cartel se quitó y nada se sabe de estos trabajos.
A día de hoy, uno de los rincones más turísticos del municipio, como la propia alcaldesa lo calificó, está lleno de socavones, con la solería levantada y sin una iluminación adecuada. Además, las cuerdas que sirven de barrera de protección para no caer al mar están desgastadas. “Hay una gran roca en mitad de la plaza, suponemos que a modo de barrera pero más bien sirve para molestar a los vecinos, como ellos mismos nos han asegurado”, ha declarado el candidato del PP.
Pero no sólo la plaza está en una situación penosa. El paseo que construyó el gobierno del PP dirigido por Jesús Avelino Menéndez y que llega hasta el Paseo de las Flores desde el TH-1 más bien presenta la imagen de una película de terror que de una zona de ocio, para pasear y disfrutar de las vistas.
A las zonas ajardinadas ya no se les puede llamar como tal puesto que las malas hierbas han invadido todo, traspasando barandillas y ocupando la vía. La pérgola se ha convertido en una especie de techo derrumbado y la suciedad y las baldosas del suelo rotas en la imagen más generalizada. Los columpios llevan tiempo inutilizables.
“No hacen falta ocho años de gobierno ni la construcción de unos hoteles para ser un buen alcalde. Hay que mirar por el pueblo que te ha votado y te ha dotado del prestigio de cuidar del municipio en el que vives y velar por tus vecinos y eso debe hacerse día a día”, ha concluido Gustavo Aybar.