La Romería de San Isidro, que se celebra esta mañana de domingo, ha pasado de ser un pequeño encuentro a una romería en toda regla.
Este año, superando la afluencia de gente de ediciones pasadas, más de 3.500 personas han comenzado, tras la misa, la peregrinación hasta Torrecuevas pasando por el Camino de la Vega Primera, Río Verde o la carretera de Jete y Otívar.
Repartidos en 37 carreteras, a pie o a caballo, los romeros están pasando una jornada donde brilla por su excelencia a organización y el buen ambiente, algo por lo que Juan Bueno, Hermano mayor de la Romería de San Isidro, ha mostrado su alegría.
Y es que, cada año, Almuñécar festeja al patrón de los agricultores con una gran romería por el corazón de Río Verde hasta Torrecuevas. Las carrozas, acompañadas por decenas de caballos participan en la VII Romería de San Isidro organizada por la Hermanad Virgen Madre y San Isidro contando con la colaboración del Consistorio sexitano y recordando la vocación agrícola de la comarca.
El cortejo, encabezado por la Imagen de San Isidro que ocupaba un carro tirado por bueyes, llegados desde la localidad malagueña de Almayate, partía hacía el barrio de Torrecuevas. Este año las carretas y romeros volvieron a realizar el itinerario por el centro de Almuñécar evitando cruzar la Carretera Nacional 340, ni tener que bajar al cauce de río Verde por el P-4, como ya ocurrió años atrás, sino que entró en la Vega desde la Carretera del Suspiro del Moro y la calle Molvízar.
Es el recorrido hasta el barrio de Torrecuevas cuando se viven los primeros momentos destacados de esta romería almuñequera que se ha convertido en pocos años en una de las más importantes de la Comarca de la Costa por participación. Y es que la hermandad y el ambiente entre los romeros es algo extraordinario y que hay que vivirlo.
La música, la bebida y la comida son elementos destacados que nos faltan a lo largo de recorrido. Todo el buena hermandad y sin prisa. El tiempo acompaño y la temperatura invitaba a realizar el recorrido a pie, como lo hicieron la gran mayoría. Después de casi dos horas de recorrido el carro que portaba la imagen de San Isidro entraba en el cauce de Río Verde. El calor apretaba un poco más pero el cauce se había preparado, no solamente para el paso de vehículos sino también para refrescar a los caballos y romeros, ya que desde Caícillos bajaba con agua.
Poco a poco el recorrido de los romeros se acercaba hasta la Rambla de Torrecuevas donde el Ayuntamiento, que una año más colabora estrechamente en los preparativos, seguridad y limpieza, tenía disponible todos los elementos necesarios para disfrutar de una intensa jornada: papeleras, barra, aparcamientos, y hasta una sombra sobre el solar donde se ubicarían la mayoría de las carrozas.
La seguridad estuvo a cargo de la Policía Local, Protección Civil, después se sumarían los Bomberos de Almuñécar en tareas preventivas. Todos los elementos necesarios se dispusieron para vivir, hasta bien entrada la tarde-noche, una jornada inolvidable.