Primera saeta accesible de la historia de la Semana Santa
Innovación inclusiva con flamenco, tradición religiosa y accesibilidad en la cuarta edición de la pionera ‘Guía de la Semana Santa Accesible de la ciudad de Granada’ que abandera La Ciudad Accesible en colaboración del Ayuntamiento y la Real Federación de Hermandades y Cofradías
Una mezcla a priori divergente entre flamenco, tradición religiosa y accesibilidad, ha permitido concebir un momento único en la Semana Santa a nivel mundial ya que se ha hecho realidad la primera saeta accesible en Lengua de Signos Española, con una letra por seguiriya inspirada en la diversidad y superación y con un público formado por personas con discapacidad.
El cantaor Iván Centenillo y la intérprete en LSE Esther Ramallo, han hecho posible esta gesto que tuvo la inspiración en el director de la guía, Antonio Tejada, el pasado Miércoles Santo de 2017 en la taberna museo ‘El Rincón Cofrade’ de Granada. Le lanzó el guante al flamenco y miembro de Sognare que no dudó en recoger y demostraron ambos que innovar en tradición y apostar por un turismo religioso o espiritual accesible, es totalmente compatible.
Sin duda, ha sido una de las acciones más innovadoras este año en la programación de la cuarta edición de la pionera ‘Guía de la Semana Santa Accesible de la ciudad de Granada 2018’ que edita y diseña La Ciudad Accesible desde 2015 en colaboración con el Ayuntamiento de Granada y la Real Federación de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa granadina.
Ante un público de personas sordas y en presencia del Cristo del Trabajo zaidinero y de las autoridades locales Francisco Cuenca como alcalde y Jemi Sánchez como concejala de Servicios Sociales, Iván Centenillo ha cantado y hecho visible a las personas con discapacidad junto a la intérprete Esther Ramallo, este palo flamenco a través de una metáfora que engloba todos los sentidos: “Eres reflejo en esta mirada, / de la pasión que a ti te escucha, / de la fragancia de mi Granada. / En el paladeo de tus abrazos / siento la fuerza de la mañana”.
Iván Centenillo no ha dudado en destacar que “ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido a lo largo de estos mas de diez años que llevo cantando saetas”, además de elogiar a su compañera de actuación ya que “la interpretación en lengua de signos ha sido impresionante. Su capacidad para transmitir el sentimiento del cante me ha parecido algo sublime y me ha llegado a emocionar verla”.
Prosigue el peligreño agradeciendo a “La Ciudad Accesible y Antonio Tejada el trabajo que realizan, siendo encomiable y motivante continuamente. De hecho, ya estamos barajando nuevos proyectos de inclusión para todos los colectivos”. Finaliza reconociendo que se siente “un verdadero privilegiado de haber sido participe de esta primera Saeta Accesible que recordaré con especial ilusión y cariño a lo largo de mi vida”.
Por su parte, Esther Ramallo, la intérprete de Lengua de Signos protagonista de este reto, reconoce que terminó agotada, “porque a pesar de los pocos minutos que dura, en ello se pone mucho sentimiento y mi trabajo como profesional de la interpretación es transmitir el sentimiento, que en este caso el cantaor Iván Centenillo trasmitía”. Todo un lujo para los sentidos.
Ramallo, que trabaja para las personas con discapacidad auditiva de la Asociación Granadina de Personas Sordas (ASOGRA), pone énfasis en la emoción sentida por el público sordo asistentes. Sin duda, afirma la ILSE, “todo trabajo y esfuerzo tiene su recompensa y para mi no hay mayor recompensa que el colectivo de personas sordas, para el cual trabajo, se hayan emocionado al ver signar la Saeta”.
También satisfecho se ha mostrado Antonio Tejada, fundador de La Ciudad Accesible, director y promotor de la ‘Guía de la Semana Santa Accesible de la ciudad de Granada’ y diseñador de las acciones inclusivas que en ella se contemplan cada año. “Innovadores sociales en accesibilidad e inclusión sueñan cada Semana Santa con acciones para mejorar día a día la calidad de vida de las personas con discapacidad y se terminen haciendo realidad”.
“Desde La Ciudad Accesible, investigamos permanentemente en inclusión para derribar barreras, en accesibilidad para demostrar que podemos tener un entorno más confortable, y en igualdad de oportunidades para todas las personas porque nadie debe ser más que nadie por motivo de discapacidad, diferente capacidad o por tener necesidades especiales”, sentencia Tejada que tiene precisamente también un 66% de discapacidad física y orgánica.
Testimonios de asistentes sordos
María Antonia Delgado, representante del consejo de ASOGRA, ha agradecido que la Semana Santa de Granada sea cada vez más accesible para el colectivo de personas sordas. Aunque hace dos años ya hubo un taller multisensorial ‘Toca y Siente la Semana Santa’ para personas con discapacidad auditiva, es “desde el año pasado cuando ASOGRA va teniendo más participación ya que desde la Concejalía de Derechos Sociales con Jemi Sánchez a la cabeza, junto con La Ciudad Accesible de Antonio Tejada, se pone en marcha un proyecto más ambicioso de acercar la Semana Santa a nuestro colectivo”.
“Este año se ha vuelto a repetir la experiencia, facilitándonos por parte del ayuntamiento cinco plazas en el palco oficial y poder ver en primera fila las procesiones, además de volver a sentir las vibraciones de la banda de música que acompañaba al Cristo del Trabajo, pudimos por primera vez en la historia sentir y vibrar con una saeta. Ha sido realmente impresionante y muy emotivo, porque desconocíamos en qué consistía este estilo de música, y poderlo ver y sentir en nuestra propia lengua, ha sido una experiencia única, además de conocer el ritmo y el sentimiento que en ello va. Sin duda, ha sido digno de admirar”.
Otro de los testimonios es el de Elisa Malagon, Presidenta de la Agrupación de Mujeres Sordas, la cual destaca que la situación vivida con la interpretación de Esther Ramallo de la saeta, “ha sido una experiencia maravillosa, ya que normalmente sabemos que las canciones tienen su letra y su ritmo, pero una saeta… después de preguntar a mi hermana que es una persona oyente, me dijo que una saeta es algo muy complicado de entender y que consta sólo de cinco frases, donde a veces el sentido se lo da el mismo cantaor. Pues tengo que decir que fue admirable porque realmente pude entender, y sentir una saeta como lo hace cualquier persona oyente, ya que los ‘quejíos’, es lo que hace a una persona ponérsele los pelos como escarpias. Para nosotros las personas sordas, fue el ver el movimiento de las manos, el sentimiento que se le ponía y como interpretaba los mismo ‘quejíos’ lo que hizo que fuese una experiencia y vivencia única”.
Hasta una profesora de Lengua de Signos, Mónica, ha querido compartir este momento afirmando que está “realmente muy emocionada porque nunca antes he tenido la oportunidad de saber cómo era una saeta, pensaba que era una canción más, pero he podido comprbar que es algo totalmente diferente… Simplemente impresionante”.
Por último, María Paula Carillo que es la secretaria de la Agrupación de Personas Mayores Sordas, ha manifestado que “ha sido una experiencia muy positiva, muy emocionante, y por favor, que se vuelva a repetir”.