La alcaldesa de la Villa asegura que ya están llamando a la puerta de administración Central, Autonómica y provincial "para que echen una mano y, sobre todo, por la cercanía de la Semana Santa"
La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, ha hecho este martes una valoración de los daños causados por el temporal que ha azotado a la Costa durante días pasados y ha cuantificado los daños, tras la valoración de los desperfectos, en 105.000 euros.
"Estamos llamando a las puertas de todas las administraciones, la Central, la Autonómica y la provincial para que nos echen una mano porque es una tarea ingente y más teniendo en cuenta la cercanía de la Semana Santa", ha anunciado la primer edil de la Villa quien ha explicado que, "en una reunión en el Ministerio, se aseguró que los temporales están siendo muy fuertes incluso se baraja que se repitan episodios que hacía 20 o 30 años que no se vivían con la misma virulencia con la que se están viviendo ahora".
Rufino ha apelado a una "actuación colectiva, sobre todo en el litoral granadino porque estos problemas van a empeorar ya que el mar tiene una trayectoria a ocupar el espacio que le pertenece" por lo que "las actuaciones que no se contemplen con carácter global puede perjudicar a unas playas en beneficio de otras".
En cuanto a los espigones, la alcaldesa salobreñera los ha calificado de "necesidad imperiosa" pero ha recordado que el Gobierno Central ha licitado la redacción del proyecto pero no aún la ejecución. Ha apuntado, no obstante, que las obras en Paseo Marítimo han servido en esta ocasión para que haya que lamentar daños en cuanto a la limpieza o las bases de las duchas pero no estructurales: "La arena sobrepasó la zona de playa, llegando al paseo, y se tiene que acometer labores sobre todo de limpieza pero no hay daños tan importantes como en ocasiones anteriores".
Inundaciones
Según ha continuado Rufino, en Salobreña hubo el viernes un temporal importante que afectó también al municipio donde hay un problema con la recogida de las aguas pluviales y también de correntías de los cauces y del regadío, "un problema histórico que supone que las dos entradas principales del municipio se inunden, literalmente, con medio metro de agua lo cual impide el funcionamiento normal incluso de los centros escolares donde hubo que poner en marcha en plan de emergencia".