La Junta registra 4.076 varamientos de cetáceos y tortugas desde la puesta en marcha del Servicio de Emergencia en 2008
Este equipo de emergencia de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio actúa en todo el litoral andaluz
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha registrado en las costas andaluzas un total de 2.686 varamientos de cetáceos (1.390) y de tortugas marinas (1.296) desde 2008, año en el que se puso en marcha el Servicio de Emer-gencia frente a este tipo de situaciones, hasta junio de 2017.
De las 16 especies diferentes de cetáceos varadas, sobresalen el delfín listado (43%), el delfín común (21%), y el delfín mular (8%). También se registraron especies de calderón común (4%), marsopa común (3%), calderón gris (2%), Zífio de Cuvier (1%), rorcual aliblanco (1%) o rorcual común (1%), entre otras. Así mismo, cabe des-tacar los varamientos de otros animales más inusuales o raros como un cachalote enano, dos rorcuales tropicales, un zifio de Blainville y un zifio de Gervais.
Respecto a las tortugas marinas, la especie más frecuente que se ha detecta-do en la costa andaluza ha sido la tortuga boba (91%), seguida de la tortuga laúd (8%). Destaca también el varamiento de tres tortugas verde y una tortuga lora.
Desde que en 2008 se pusieron en marcha los Centros de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) han ingresado con vida 72 tortugas bobas, de las cuales 63 tortugas procedían de la provincia de Cádiz. El éxito de recuperación de estos ejem-plares ha sido del 80%.
Por otra parte, en lo que va de año 2017 han ingresado 7 tortugas (6 en la provincia de Cádiz y una de ellas en Motril (Granada). Además, durante los meses de junio y septiembre se liberaron tres ejemplares ya recuperados y en los próximos días se soltarán otros dos ejemplares, en las costas de Tarifa y Salobreña. Los dos ejemplares restantes permanecerán ingresados durante el invierno para poder recuperar-se por completo de sus lesiones, uno ingresó debido a una fractura en el caparazón debido a la colisión con una embarcación y el otro llegó a la costa enmallado todo su cuerpo en restos de redes y basuras marinas, impidiéndole nadar, bucear y alimentarse con normalidad.
En cuanto al seguimiento sanitario durante este periodo se ha realizado un to-tal de 406 necropsias a 13 especies diferentes, con el fin de averiguar las causas de muerte. Los cetáceos muertos con un buen estado de conservación son necropsia-dos por un veterinario, que se encarga de la toma de muestras, que permiten un completo análisis, y que se completa con el estudio anatomopatológico que lleva a cabo el Instituto Universitario de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Facultad Veterinaria de Las Palmas de Gran Canaria.
Además algunos de los análisis necesarios son llevados a cabo en el Centro de Análisis y Diagnóstico de Málaga. Esta información es de gran interés para evaluar las amenazas y presiones a las que se encuentran sometidas estas especies protegidas en su medio natural. Recientemente la consejería ha participado en un taller organizado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para la redacción del Plan de Recuperación de la Marsopa (Phocoena phocoena), aportando todos los datos recopilados durante estos años sobre la situación actual de la especie en el área del Golfo de Cádiz.
Para atender los varamientos, el equipo de emergencias de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se encuentra activo los 365 días del año. Los avisos se canalizan a través del 112 que se pone en contacto con el teléfono de emergencias del medio marino, que a su vez comunica la incidencia al equipo técnico provincial que se encarga de organizar el trabajo en función del tipo de actuación. Si el cetáceo presenta un buen estado de conservación, se traslada al Centro de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz. En la actualidad hay dos centros de este tipo de la Junta de Andalucía, el de Marismas del Odiel (Huelva) y el del Estrecho, en Algeciras (Cádiz).