Ecologistas en Acción considera que ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre la ejecución del deslinde y la recuperación del dominio público marítimo terrestre en las playas de La Rábita y El Pozuelo, en el municipio de Albuñol, para liberarlas de la ocupación y degradación que sufren desde hace muchos años, es necesario hacer algunas aclaraciones.

“No se trata de quitarle su medio de vida y sus propiedades a muchas familias como demagógicamente declara el abogado de los condenados, sino simplemente de que se lleve a efecto una recuperación del dominio público con el desmonte de las estructuras instaladas ilegalmente en el terreno ocupado”.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía así lo ha establecido en Sentencia Firme, manifiestan. “Estamos hablando de unas resoluciones que datan del año 2008, por lo que los ocupantes de dichos terrenos han tenido conocimiento y tiempo sobrado para actuar en consecuencia. El dominio público, como su nombre indica, es público, inembargable e imprescriptible. La Administración ha de cumplir con su función y actuar en consecuencia, ha de hacer valer su derecho de propiedad y poner fin a una ilegalidad evidente”, afirman.

Para esta agrupación “es entendible la actitud del abogado de pretender seguir dilatando un proceso que ya ha llegado a su fin, ya que esto supone nuevos y jugosos ingresos para él, pero no es entendible la actitud de ciertos propietarios, que solo les va a acarrear más gastos y problemas”.

Ecologistas en Acción considera que ya está bien de retrasar y darle largas a una situación que claramente es ilegal y que se lleva demorando muchísimos años. “Hay que proceder a desmontar inmediatamente los invernaderos ubicados en terreno público y a recuperar los terrenos ocupados e invadidos. Asimismo es necesario proceder a la regeneración ambiental de los terrenos recuperados, totalmente degradados y contaminados actualmente a causa de la actividad y los vertidos realizados, en su mayor parte por los invernaderos asentados sobre ellos, y recuperar estas playas para el uso y disfrute de todos, haciendo prevalecer el interés general sobre las pretensiones e intereses de unos pocos. Todo ello generará en un futuro cercano mucho más bienestar y riqueza a los habitantes de la zona que la vergonzante situación actual”.

Para concluir añaden no entender cómo los habitantes de la Rábita que quieren vivir del turismo, no se preocupan porque estas playas, que podrían ser muy interesantes, “dejen de ser un basurero, que ya es conocido en Europa como Playa de la Mugre”