Preocupación en la dirección del Club Robinson y quejas entre los clientes por el estado de Playa Granada
En los doce años que lleva abierto el hotel –el más grande de Motril- “nunca ha llegado el verano sin que se haya regenerado la playa y se haya dejado a punto para la temporada alta”.
Donde cada verano suele haber una extensión de 20 metros de playa desde el césped hasta la orilla, hoy hay un escalón rocoso de un metro de altura donde rompen las olas. Este es el panorama que se encuentran los clientes del Club Robinson de Playa Granada que “ya están comenzando a mostrar su descontento y expresar su quejas”.
Así lo ha asegurado a Infocostatropical el subdirector del Club Robinson, Lars Kretschmer, quien ha asegurado que en los doce años que lleva abierto el hotel –el más grande de Motril- “nunca ha llegado el verano sin que se haya regenerado la playa y se haya dejado a punto para la temporada alta”. Y es que este hotel, que tiene capacidad para 650 personas, registra un lleno completo durante los meses de julio y agosto de turistas llegados, principalmente, de Alemania, Suiza e Inglaterra que buscan la playa.
Con las manos atadas ante la prohibición por parte de la delegación de Costas para poder llevar a cabo cualquier actuación de regeneración en esta playa, a la dirección del Club Robinson no les queda más que “esperar a que lo arreglen y, si continúan sin hacerlo, volver a llamar para pedirlo, pero nada más”, declara Kretschmer con impotencia que ya son conscientes de que “la naturaleza actúa y si hay un temporal en febrero se va a llevar la playa, pasa cada año, pero una vez llega el buen tiempo debe arreglarse”.
“Esta situación no se ha vivido nunca hasta ahora”, ha continuado el subdirector destacando el destrozo que supone para las “vistas tan bonitas que gustan tanto a los clientes”, la inexistencia de la playa y haciendo mención al temor que desde el hotel tienen de que el mar, sin una barrera que frene las olas, alcance las pistas de tenis y vóleibol con las que cuenta el completo hotelero “además del peligro que supone para las personas ya que éste es el único acceso a la playa”.
La huida de turistas ante el desencanto de no encontrar la playa que buscan durante sus vacaciones en la Costa Tropical es otra de las amenazas colaterales al retraso en la regeneración de Playa Granada: “Son personas que vienen a pasar una semana, que gastan mucho dinero durante sus vacaciones y no les podemos decir que no sabemos si la playa estará hoy o dentro de dos semanas”, ha asegurado Lars Kretschmer ejemplificando destinos turísticos como Turquía que han perdido un gran potencial por el conflicto político y afirmado que los turistas que vienen a la costa de Granada se pueden decantar por Túnez o Marruecos si aquí lo se les ofrece lo que buscan.
Además de la pérdida de turistas, que el hotel no esté funcionando a pleno rendimiento afectaría “a 180 empleados o a todos los distribuidores que surten al Club Robinson”, sin olvidar que en el hotel también hay cabida para celebraciones y otros eventos y que el restaurante está abierto para el público en general.
Dos clientes, llegados hoy a Motril, se han mostrado sorprendidos cuando paseando han llegado hasta el límite de la playa y han comprobado, con una sonrisa irónica y escuchando las explicaciones del subdirector, que no está, una situación que, según Kretschmer, se repite a diario; hay algunos que, incluso, se anima a pisar este trozo rocoso en el que se ha convertido la playa “y este peligro también nos preocupa”.
“Si continúa pasando el tiempo seguiremos reclamando y pidiendo ayuda, no se puede hacer más”, cuenta resignado el subdirector del Club Robinson explicando que ellos tomarían alguna medida “como se hace con el equipo de limpieza que cada semana se encarga de la playa porque, aunque no se competencia del hotel, son nuestros clientes los afectados”, ha concluido.