La Costa debe ponerse las pilas ante la posibilidad de que se produjera un terremoto de gran magnitud.
Los ayuntamientos trabajan en protocolos de actuación en coordinación con las fuerzas de protección civil pero factores como la información y formación de la ciudadanía o la prevención de catástrofes aún están en el aire
África se acerca hacia el continente europeo una media de cuatro milímetros al año lo que provoca una comprensión entre las placas tectónicas de la Tierra y una rotura de la corteza que da lugar a los temblores y pequeños terremotos que en la Costa de Granada, la zona con más actividad sísmica de la Península Ibérica, se producen a diario, de manera perceptible o no para el ser humano.
Así lo ha explicado a Infocostatropical el arqueólogo y técnico del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Motril, Fernando Alcalde, quien ha asegurado que según las probabilidades que se han ido acumulando a lo largo de la historia, la Costa tiene en la actualidad un 50 por ciento de sufrir un terremoto de gran magnitud (se producen cada cien años), un porcentaje que irá creciendo con el paso de los años pero que no se puede medir de manera totalmente científica con los aparatos que existen en la actualidad porque “el movimiento terrestre el totalmente impredecible”.
“En una charla a los alumnos de un colegio les dije que puede que yo no viviré un gran terremoto pero ellos sí lo pasarán”, ha continuado Alcalde aclarando que con el paso del tiempo y teniendo en cuenta que el último gran temblor se vivió en 1884, el porcentaje de probabilidad de terremoto va en aumento.
Que en la actualidad se estén percibiendo más terremotos responde a que la actividad tectónica no es uniforme; se trata de una serie de placas interaccionadas, “como una esfera hecha con piezas de puzle y basta con que una se mueva para que acabe descargando el esfuerzo en otro sitio”, ha explicado este arqueólogo quien ha especificado, por otro lado, que el aumento de la actividad sísmica no tiene por qué llevar a un terremoto de mayores dimensiones sino que la energía se puede estar descargando poco a poco.
PREVENIR Y SABER COMO ACTUAR
Ante este panorama, la Costa debe ponerse las pilas ante la posibilidad de que se produjera un terremoto de gran magnitud y, aunque los ayuntamientos trabajan en protocolos de actuación en coordinación con las fuerzas de protección civil, existen factores como la información y formación de la ciudadanía o la prevención de catástrofes aún están en el aire.
“Puesto que no se puede predecir si se producirá o no una catástrofe y cuándo puede ocurrir lo que hay que hacer es contar con las medidas de prevención necesarias”, algo que debería estar al orden del día entre las labores de los cuerpos de protección civil “dado que se trata de una zona de riesgo”.
La ordenación del territorio, “ya que no todos los terrenos se comportan igual” así como el control de la actividad y la construcción en las zonas más peligrosas –como la vega o la línea costera- son las primeras medidas que los responsables políticos y civiles deberían tomar así como la información y formación de la ciudadanía para que conozcan qué hacer en caso de catástrofe, tal y como se hace con los simulacros de incendio.
“Las vegas son zonas con mayor riesgo que las rocosas porque se comportan como un fluido y, por otro lado, tienen la capacidad de amplificar algunas hondas como ha ocurrido en el último terremoto de Ciudad de México, construida en un antiguo lago cuyos sedimentos ampliaron la onda”.
En un escenario de cambio climático, con la subida del nivel del mar, “habría que replantearse la construcción en primera línea de costa como medida de prevención ante un maremoto”, ha concluido el geólogo Fernando Alcalde reiterando que “ante la falta de precisión de cuándo puede ocurrir una catástrofe hay que estar prevenidos”.
AYUNTAMIENTOS A PRUEBA
Los ayuntamientos de los tres grandes municipios de la Costa Tropical, Motril, Salobreña y Almuñécar trabajan en mejorar sus planes de emergencia ante terremotos y catástrofes similares teniendo en cuenta que en los últimos meses han aumentado el número de seísmos perceptibles para el ser humano.
Los consistorios han preparado nuevos documentos y protocolos de actuación en coordinación con los cuerpos de seguridad y protección civil aunque cabe destacar que en esta materia el Consistorio sexitano se queda a la zaga.
ALMUÑÉCAR
Según palabras del concejal de Seguridad Ciudadana del municipio, Juan José Ruiz Joya, en los últimos tiempos no se ha llevado a cabo ningún simulacro de seísmo y, aunque se está estudiando la posibilidad de llevarlos a cabo en los colegios, aún no se ha concretado nada.
En cuanto a un plan específico para seísmos, ha asegurado que no existe porque este supuesto está incluido en el Plan de Emergencia Municipal.
Por su parte, el edil de Urbanismo, José Manuel Fernández, ha aclarado que la normativa de construcción de edificios de los años 90 ya contemplaba la exigencia de incluir refuerzos en la estructura de cara a un posible movimiento de tierra.
SALOBREÑA
Salobreña ha puesto a prueba recientemente sus servicios de emergencia con un simulacro en el colegio Mayor Zaragoza, un plan de autoprotección que ha activado el protocolo de emergencia municipal ante un posible terremoto con el fin de medir los tiempos de respuesta y la coordinación de todos los implicados.
En el simulacro han participado cinco efectivos policía local y cuatro voluntarios del retén de bomberos, además de los vehículos, siendo unos cuatro minutos el tiempo que ha se ha tardado en evacuar al colegio y en situar en un lugar seguro a los casi 600 alumnos y personal docente.
MOTRIL
En Motril existe un informe, al que ha tenido acceso Infocosta, que aclara que el riesgo sísmico está incluido dentro de un Plan Especial que en su redacción debe de obedecer a una Directriz Básica de la Dirección General de Protección Civil (Ministerio del Interior) y por tanto de un Plan que corresponde a la Comunidad Autónoma, pues tal y como reflejaba la Norma Básica de Protección Civil. En el caso del municipio en concreto, es la propia Junta de Andalucía la que recoge el marco organizativo general que posibilite la plena integración de los Planes de ámbito local en la organización del Territorial y el Específico de la Directriz Básica para el Riesgo de Terremotos.
Si bien, en cuanto a Motril, se establece el correspondiente Plan Territorial para Emergencias, que fue aprobado por el Pleno Municipal de este Ayuntamiento y homologado por la Comisión Autonómica de Protección Civil, dependiente en aquel momento de la Dirección General de Política Interior, de la Consejería de Gobernación.
Este Plan Local de Motril recoge, entre otros, un apartado sobre la Identificación de Riesgos, y dentro de éste uno redactado para el riesgo sísmico, además de un recorrido por la historia motrileña en lo que a actividad sísmica y grandes catástrofes a modo de prevención e información sobre lo que puede pasar en el futuro.
AMENAZA DE TSUNAMI
En cuanto a la amenaza de tsunami, hay que remontarse hasta el 1.500 para encontrar los últimos datos al respecto de uno en la costa mediterránea que, a pesar de las características de este mar, no queda exenta de que pueda ocurrir tanto de forma directa por un terremoto o indirecta; es decir, que un terremoto movilice los sedimentos que hay acumulados en el borde de la plataforma y, al deslizarse, provoquen una ola interior.
Situaciones que ojalá no sucedan nunca. Pero si se toman medidas preventivas y sabemos como actuar, pues mejor.